¿Dónde se instala el clorador salino de la piscina?

Roberto Fernández
Roberto Fernández

A la hora de instalar un clorador salino en una piscina es importante conocer en qué cosiste este innovador sistema para el tratamiento y conservación del agua, familiarizándonos con sus componentes básicos y su mecanismo de funcionamiento.

Un clorador salino es un pequeño aparato que permite realizar el proceso de esterilización y desinfección del agua de una piscina sin necesidad de recurrir a productos químicos como el tradicional cloro, pero resultando igualmente eficaz a la hora de eliminar bacterias, hongos, algas o cualquier otro microrganismo patógeno.

Por las ventajas que ofrece este sistema para el mantenimiento de la propia piscina y por supuesto, por las garantías que implica para lograr un baño seguro, cada vez son más personas que optan por poner cloradores salinos en sus piscinas, ya que pueden colocarse de manera sencilla tanto en piscinas nuevas como en las ya construidas.

Si estás pensando en esta opción para la tuya, te interesa saber dónde y cómo se instala el clorador salino de la piscina.

Funciones del clorador salino

La función básica de un clorador salino es lograr dejar el agua de una piscina en condiciones óptimas para el baño, evitando problemas comunes que puede provocar en los bañistas el cloro químico como el escozor en ojos, la irritación de las mucosas o la sequedad excesiva en la piel.

El objetivo de este mecanismo es mantener el agua de la piscina limpia de manera continuada utilizando para ello únicamente cloruro de sodio (sal) y un sistema de corriente continua en forma de célula electrolítica que, básicamente, alimenta dos electrodos, uno positivo y otro negativo.

La función del clorador no es otra que ‘fabricar’ el cloro que necesita la piscina para mantenerse en óptimo estado y hacerlo sin producto químico alguno, solo mediante la electrolisis salina que es capaz de realizar.

La célula del clorador hac posible el proceso de electrolisis, que consiste en descomponer la sal disuelta en el agua en sus dos principales elementos: el cloruro y el sodio.

Aunque parezca algo complejo, en realidad la función del clorador salino es muy simple, porque lo que hace es generar su propio cloro mediante electrolisis salina.

Una vez instalado el clorador, solo es necesario echar al agua de la piscina la cantidad idónea de sal, entre 5 y 6 kilogramos por metro cúbico.  Al entrar en funcionamiento el sistema de filtrado, el mecanismo del clorador consigue que, al pasar el agua salada por sus electrodos, las distintas reacciones químicas disocien las moléculas de la sal. El cloro separado del sodio, llamado hipoclorito o cloro libre (no cloro industrial), al regresar a la piscina, ejerce su acción desinfectante durante horas, eliminando algas y microorganismos del agua de forma natural.

Pasadas esas horas, los elementos disociados vuelven a unirse reiniciándose el proceso. Esto quiere decir que el sistema de cloración salina funciona como un circuito cerrado. El clorador separa las moléculas de sal, llevando las de cloro al agua para que higienicen todos los elementos de la piscina, principalmente el agua. Con el tiempo, las moléculas de sal vuelven a unirse pasando, con el agua, nuevamente por el clorador.

Los cloradores salinos son la manera más natural y respetuosa con el medio ambiente de clorar una piscina y mantenerla libre de agentes nocivos de cualquier tipo, para que las imprescindibles condiciones de salubridad del agua estén garantizadas.

Dónde se instala el clorador salino de la piscina

El clorador siempre ha de funcionar al mismo tiempo que el sistema de filtración y por tanto, debe instalarse de manera que trabaje en coordinación con la depuradora. Para conseguir su máxima eficacia, lo ideal es colocar el clorador después del filtro de arena de la depuradora para que el agua que pase por él esté lo más libre de impurezas posible, logrando, así, una eficiencia óptima en el proceso de electrolisis.

El clorador debe colocarse en el circuito de canalización del agua de la piscina, en la tubería de salida o retorno del agua, es decir, en el punto de impulsión por el que el agua regresa al vaso una vez pasado el proceso de filtrado. De esta manera, llegará convenientemente filtrada y además, por la acción del clorador,  la sal que llevaba disuelta antes de pasar por la depuradora, se habrá transformado en desinfectante cloro.

Cómo se instala el clorador salino de la piscina

La instalación del clorador salino no es complicada, aunque todo dependerá de la facilidad de acceso que tengas a la tubería de retorno del circuito del agua, tubería que, conviene recordar, ha de ser rígida. Tu habilidad en trabajos de fontanería y electricidad también determinarán el tiempo y dificultad de la instalación.

Para colocar el clorador, tendrás que cerrar la llave de paso del circuito del agua y además, como medida de seguridad, cortar la corriente eléctrica.

Si vas a instalar el clorador en una piscina que ya está en uso, porque quieres pasarte a un sistema de desinfección menos agresivo y más económico a la larga, es importante proceder su colocación con la piscina lo más limpia posible, eliminando previamente las algas y pasando el limpiafondos si fuera necesario.

Hechas las comprobaciones previas y leídas atentamente las instrucciones del fabricante, porque puede haber pequeñas diferencias en cuanto a la colocación entre los distintos modelos, procede a colocar la célula de electrólisis en la tubería de retorno.

Para hacerlo con éxito, deberás cortar y retirar un tramo de la tubería para, así, poder encajar la célula del clorador en el espacio que quede. Es importante medir con la mayor exactitud posible. Para que resulte más sencillo, tendrás que colocar los dos enlaces que llevan la mayoría de estos equipos, situando cada uno de ellos en una de las aberturas que has creado en la tubería. Límpialos muy bien para que agarren perfectamente y ya podrás incrustar el clorador en la tubería de retorno simplemente enroscándolo a los enlaces de agarre.

Si tu tubería tiene un diámetro mayor al de la célula tendrás que utilizar, también, alguna arandela reductora. Si es demasiado corta y no admite la célula del clorador, tienes dos opciones: colocarla en el exterior del cajón de la depuradora, prolongando la tubería o crear en ella un enlace en ‘T’ que permita situar el clonador en vertical.

Finalmente, la instalación va a requerir la fijación del panel de control de clorador que puedes colocar en las paredes de la propia caja de depuradora en vertical o en horizontal con ayuda de unas escuadras. Para que depuradora y clorador funcionen al unísono hay que realizar las necesarias conexiones eléctricas, llevando los cables del clorador salino al cuadro eléctrico de la depuradora ya que la unidad de control del clorador debe ir unida y estar conectada al sistema de filtración.