Diferencia entre crasas, suculentas y cactus

Roberto Fernández
Roberto Fernández

Hay diversos tipos de plantas que son cultivadas por los jardineros y entre las favoritas tanto de los profesionales como los aficionados, están las suculentas. Estas plantas tienen la capacidad de soportar sequías extremas y desde el punto de vista decorativo, permiten realizar distintas composiciones.

Tanto los cactus como las llamadas suculentas, suelen crecer muy lentamente por lo que se pueden mantener jardines en miniatura. Además, requieren relativamente pocos cuidados y suelen tener flores bastante llamativas.

Por esto, es muy común encontrarlas en los viveros y se han vuelto una excelente alternativa para regalar en distintos eventos. No obstante, no todos conocen las semejanzas y diferencias entre estas plantas y la forma de reconocerlas.

Principales diferencias entre crasas, suculentas y cactus

Las plantas suculentas son aquellas que están adaptadas a ambientes muy secos o con poca disponibilidad de agua. Para esto, han desarrollado un tejido interno, conocido como parénquima acuífero, que acumula gran cantidad de agua.

Además, las células de este tejido producen un mucilago que ayuda a las plantas a retener más el agua y le da ese aspecto gelatinoso cuando cortas su interior. Por otra parte, las llamadas plantas suculentas han desarrollado otros mecanismos que les permiten reducir las pérdidas de agua, como realizar parte de la fotosíntesis en la noche y tener estomas muy pequeños y protegidos.

Los cactus se encuentran dentro del grupo de las suculentas, siendo una familia botánica con características muy particulares. Por su parte, las llamadas crasas son suculentas pertenecientes a otras familias como las Agavaceae, Apocynaceae, Crassulaceae Euphorbiaceae y Xanthorrhoeaceae, entre otras.

El nombre de crasas se utiliza a partir de las Crassulaceae y se refiera a algo gordo o grueso, siendo esta una de las familias más cultivadas como suculentas. Se caracterizan por presentar sus hojas en rosetas, muy suculentas y el tallo muy corto.

Otras familias muy comunes de suculentas son las Apocynaceae y Euphorbiaceae, que en zonas como África son muy semejantes morfológicamente con los cactus. Sin embargo, las puedes reconocer fácilmente porque ambas familias producen látex (líquido blanco lechoso).

Diferencias entre cactus y suculentas

Como ya hemos comentado los cactus en estricto sentido son plantas suculentas, ya que tienen un tejido especializado en acumular agua. No obstante, estas plantas pertenecientes a la familia Cactaceae, tienen algunas características que las hacen inconfundibles.

Los llamados cactus suelen tener forma de columna, aunque otras especies que se utilizan ampliamente por los cultivadores son globosas o de tallo aplanado. Estas especies no tienen hojas verdes que hagan fotosíntesis, sino que se han transformado en espinas.

Por esto, su tallo es verde y es el encargado de controlar las pérdidas de agua por transpiración así como de realizar la fotosíntesis. Las espinas se arreglan en pequeños grupos en una zona conocida como areola, que se reconoce por ser acolchadas.

Las espinas por lo general se arreglan en dos series dentro de la areola, con un grupo principal que son más largas rodeadas por las radiales. También se presentan pelos o tricomas muy delgados que parecen fibras de algodón y es en las areolas donde se formarán las flores y luego los frutos del cactus.

En el mundo existen más de 1800 especies distribuidas en 125 géneros, algunos de los cuales no tienen espinas. Los cultivadores reconocen muchos grupos con base a la forma externa de la planta que puede ser columnar, globosa o aplanada (cladodio).

Las otras suculentas por su parte pertenecen a distintas familias botánicas y la mayoría presenta hojas arregladas en rosetas. Ninguna tiene espinas arregladas en areolas y las más semejantes en morfología son algunos géneros de Euphorbiaceae africanas.

A las euforbiáceas cactiformes las puedes reconocer porque solo tienen dos espinas por punto, tienen látex y producen pequeñas hojas. Otra familia muy cultivada como suculenta son las Apocynaceae, con géneros como Stapelia que es de pequeño tamaño, con tallos suculentos y flores generalmente de colores oscuros.

Tanto los cactus como otras suculentas son ideales para elaborar arreglos para regalar a tus familiares y amigos. Colocados en pequeñas macetas o jardines en miniatura, serán apreciados por todo el mundo, por lo que te recomiendo que visites https://mirandagreen.es/ y veas toda la variedad que tienen para ofrecerte.

En cuanto a los cuidados que necesitan, son similares porque todas las suculentas requieren mucha luz solar y son de climas cálidos. Por esto, no debes someterlas a riegos muy frecuentes o con gran cantidad de agua, ya que puedes causarles daños y morir por pudrición.

La tierra para cultivarlas debe tener un buen drenaje a fin de que el agua no quede empozada y cause problemas a la aireación de la planta. Y al ser de crecimiento lento, son ideales para mantener un jardín en miniatura por mucho tiempo.

Diferencia entre cactus y crasas

Como ya te comentamos crasas y suculentas son términos que muchas veces se utilizan como sinónimo. No obstante, aquí nos vamos a referir particularmente a las plantas suculentas que pertenecen a la familia Crassulaceae.

Con más de 1000 especies, los géneros más cultivados como ornamentales son EcheveriaSedum Kalanchoe. En la mayoría de los casos las hojas se arreglan en rosetas, teniendo un tallo corto o ramas alargadas.

Las especies de crasulácea son muy llamativas por la forma de la planta y por sus flores que pueden ser de distintos colores y formas. Uno de los más hermosos es Echeveria, con más de 140 especies originarias de América del Norte, Central y norte de Suramérica.

Sus hojas se arreglan en rosetas, con tallos muy cortos y las flores se encuentran en un pequeño eje que sale del centro de la roseta, teniendo forma de un pequeño farolito. Las especies se pueden diferenciar, entre otras cosas, por la forma de sus hojas así como las flores.

Al comparar una crasulácea con un cactus, encontrarás muchas diferencias y las podrás distinguir rápidamente. Así, los cactus tienen espinas arregladas en areolas sobre un tallo de distinta forma, mientras que las crasuláceas tienen hojas en rosetas, que pueden terminar en una pequeña espina y no tienen tallo evidente.

Los cactus y las plantas crasas comparten el hecho de tener tejidos especializados en la acumulación de agua y que realizan parte de la fotosíntesis de noche. Al ser de climas cálidos responden bastante bien a la luz.

Al tener una planta crasa, es importante que cuides las condiciones de cultivo para que puedan tener el mejor desarrollo posible. Recuerda que no debes regarlas excesivamente y al hacer los trasplantes utiliza sustrato especial para cactus combinado con otro componente poroso, como la arena de río.

Siempre mantén tus plantas crasas a temperaturas que no sean menores a los 10 a 15° para que no sufran daños y evita que estén sometidas a altas condiciones de humedad. De esta forma, podrás disfrutar de tus plantas por muchos años, porque viven durante mucho tiempo.